¡Bienvenidos al primer post del blog de Nécora! Estoy increíblemente emocionado de empezar este viaje con ustedes.
Mi nombre es Eduardo Díaz, y soy el diseñador y fundador detrás de cada pieza que ven. Mi historia no empezó directamente con la joyería, sino con el diseño industrial. Esa fue la chispa que me llevó al mundo de la producción y, eventualmente, a mi verdadera pasión: crear joyas.
¿Por qué joyería?
Esa es la pregunta clave. Hacemos joyería porque es una de las formas más puras de expresar la creatividad y el amor por el diseño.
Durante mi carrera exploré muchísimas disciplinas: ebanistería, cerámica, metalmecánica, plásticos... y aunque todas me fascinaban, me topé con la misma pared: la escala.
En la mayoría de esos campos, es casi imposible crear una sola pieza solo por el placer de experimentar. Las producciones son masivas, los materiales se venden por volumen y, económicamente, es un reto crear una tirada corta de 5 o 10 piezas.
Claro, es posible, pero eso ya entra en el territorio del Arte con mayúsculas: piezas únicas con precios que no son para el consumo diario.
Y entonces, descubrí la magia de la joyería.
Fue la única disciplina que me dio libertad total. Me permitió crear pocas piezas, hacer modificaciones al vuelo, explorar ideas locas y, lo mejor de todo, ver un producto terminado en mis manos.
Me fascinó la facilidad con la que podemos crear piezas que no solo puedes usar, sino que son extremadamente duraderas y se convierten en un reflejo de tu personalidad.
Así me adentré en este mundo. Empecé con plata. Luego, las gemas me atraparon y me aventuré al oro de 14K y 18K. El camino se fue revelando solo: un día, mi hermano me confió la creación de su anillo de compromiso. Así, sin planearlo, empecé a hacer joyería fina para bodas en platino con diamantes.
Fueron las propias personas que compraban mis piezas quienes fueron dictando el camino, los materiales y los estilos.
Un reto constante
Hoy, esos años de aprendizaje me permiten decir con orgullo que soy un experto. Mi curiosidad me ha llevado a trabajar con una lista interminable de materiales:
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Metales Clásicos: Plata, oro, paladio, platino.
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Metales Industriales: Acero, hierro, latón, níquel, bronce, cobre, aluminio.
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Materiales Exóticos: Acrílico, madera, vidrio, resina, piedra, piel, ¡e incluso cenizas y pelo de animal!
Cada proyecto ha sido un reto, pero nunca he dicho que NO. Me apasiona el aprendizaje que viene con cada nueva creación y desarrollar habilidades que a veces creía imposibles.
En este blog, quiero compartir todo lo que sé de este mundo fascinante. Mi meta es que, si algún día quieres hacer o comprar una joya, tengas el conocimiento para hacerlo con confianza.
Gracias por leerme, ¡Esto apenas comienza!